La Romería ha provocado durante casi 2 años un tsunami de crítica y ventas agotando aforo en prácticamente todas las actuaciones, y convocando a 8 mil personas el pasado 25 de enero en el Movistar Arena de Madrid en la que ha sido La Romería de Romerías. 

La Romería más importante de nuestras vidas ha sido un espacio para la celebración y para la comunión en el que miles de parroquianxs se han sentido libres de prejuicios y han latido soberanxs y amantes, libertinxs y buenxs. La Romería ha sido un espectáculo extrovertido, caliente, ambicioso, bailable, e incluso épico.

La Romería, alimentada por el humor, la crítica social, la ironía, la denuncia inteligente y la sensualidad, ha usado el asturiano y el español como lenguas vehiculares, y se ha aderezado con una puesta en escena elegante y contemporánea llevando el folclore a mezclar fluidos con los parámetros del arte contemporáneo.

En La Romería hemos admirado al Rodrigo Cuevas más artistazo, aquél que gobierna en el escenario con más desparpajo que en el salón de casa, ese que hace que la vida sea un fragor, un sueño, una jodida maravilla cuando le ves ejerciendo de cantante, de performer, de charlatán de cosas hermosas, de conquistador de almas descarriadas, de absoluto demiurgo. Un show este que se ha sido extrovertido, caliente, ambicioso, alegre, bailable e incluso épico. ¡Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!

¡Gracies por tanto a todos los que lo habéis hecho posible: al equipazo, a los festivales, a los teatros, a los programadores, a los promotores!

¡Gracies, sobremanera, a vosotras, parroquia extraordinaria, que nos habéis llevado en volandas todo este tiempo!

Es este un hasta luego, porque en mayo de 2026 volveremos con nuevo disco y con nueva gira. Nos vemos pronto, pues.

¡Gracies!